Evolución de la figura del Dircom
Desde la llegada de la democracia a España hasta hoy, el papel del responsable de comunicación en empresas has sufrido muchos cambios que han afectado no solo a la denominación de su puesto de trabajo, sino también a la asunción de nuevas y diferentes funciones, y por tanto, a sus perfiles profesionales
Tradicionalmente, el responsable de comunicación era la persona de confianza de los máximos dirigentes de cualquier institución. Este único atributo no es suficiente para reunir los requisitos necesarios en una labor cada vez más compleja y que requiere un elevado grado de conocimientos en diferentes ámbitos de la nueva cultura empresarial.
Por otra parte, las profundas transformaciones operadas en los modelos de negocio de los media, los cambios impulsados por la digitalización y las crecientes exigencias de los stakeholders y, en general, de los consumidores han comenzado a definir cambios de organigrama en los equipos de comunicación de las empresas e impulsar nuevas exigencias formativas.
Podemos establecer tres grandes periodos de evolución:
- Años 80: Es un periodo de identificación, el profesional que se encarga de la comunicación es periodista, tiene una actitud reactiva y su público son los medios de comunicación. Surgen los primeros investiigadores en comunicación corporativa.
- Años 90: Es un periodo de constitución. El profesional que se encarga de la comunicación es más especializado, se crean nuevos públicos y tiene una actitud activa para con los medios. Se profusa la investigación en comunicación corporativa
- Años 2000: Periodo de madurez. El profesional que se encarga de la comunicación tiene una actitud proactiva para con los medios de comunicación, es responsable y tiene un alto nivel de preparación. Surgen los públicos de interés y aparece una nueva visión de la empresa: los intangibles
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